lunes, 13 de junio de 2011

FORMA DE EVALUACIÓN



Cómo evaluar el trabajo por rincones
“En el período de 0-3 años, las actividades por rincones se basan en el juego libre y espontáneo del niño. Es él quien ha de decidir a qué rincones quiere ira jugar, y él mismo quien marca el ritmo de tiempo según sus intereses.”[1]
Lo fundamental es que el niño juegue, disfrute y lo descubra todo jugando.

Es muy importante el trabajo de observación que lleva a cabo el maestro. Por ello, resulta necesario que el docente establezca unas pautas de observación que le ayudarán a conocer al niño.
Por ejemplo: ¿cómo juega?, ¿cuáles son sus intereses?, ¿a qué rincón va más a menudo?, ¿está mucho rato?, ¿juega solo?, ¿dónde?, ¿con qué?

Para que estas pautas no se nos pasen por alto debemos apuntar aquellos aspectos y matices que consideremos importantes de la actividad lúdica del niño y que posteriormente anotaremos en la libreta personal de cada alumno.

El maestro ha de tener en cuenta si en la clase hay actividades de finalidad equivalente. En caso afirmativo, el niño puede pasar por unos u otros; por el contrario, habrá rincones por los que conviene que pasen todos los niños, ya que en ellos se explicitan gradualmente unos conceptos y dentro de un límite flexible de tiempo.
Si vemos que los niños no acuden a ellos espontáneamente habremos de sugerírselo.

Una manera de constatar el tipo de actividades realizadas, las repeticiones o las ausencias, es el autocontrol.
 Este mecanismo, que al empezar el parvulario utiliza el maestro y que emplean ellos solos al alcanzar los cinco años, puede hacerse de diferentes maneras.

El autocontrol consiste en un cuadro de doble entrada: en un lado están los símbolos de los rincones; también la identificación de los rincones puede estar señalizada con figuras geométricas o colores. Y en el otro lado se coloca el nombre de los niños. Cada uno de ellos, al alcanzar la actividad escogida, coloca una señal en el lugar correspondiente y puede ir a otro rincón.

El tipo de evaluación puede diferir según la finalidad concreta que persiga cada rincón. Conviene disponer de un tiempo de diálogo posterior a la actividad donde los niños manifiesten lo que han hecho o experimentado. Y todo esto junto con las observaciones del maestro. De la información recogida se deducirá por dónde continuar y qué es necesario modificar. Los criterios de valoración respecto al funcionamiento por rincones pueden hacerse extensible a todas las clases de la escuela.
EVALUACIÓN FORMATIVA

  • ¿QUÉ EVALUAR?
Los procesos, dificultades, bloqueos, etc. Que jalonan el proceso de enseñanza- aprendizaje.

  • ¿CUÁNDO EVALUAR?
Durante el proceso de aprendizaje.

  • ¿CÓMO EVALUAR?
Observación sistemática y pautada del proceso de aprendizaje.

Para  llevar a cabo la evaluación, además de la observación haremos uso de diversas herramientas como son: el diario de clase, escalas de observación y registros anecdóticos.

“Criterios utilizados para evaluar proyectos

La evaluación de proyectos, en sus distintos tipos, contempla una serie de criterios base que permiten establecer sus conclusiones. En función del campo, empresa u organización de que se trate, es que se emplearán una serie de criterios u otros que guarden relación con los objetivos estratégicos que se persigan.
No existen criterios únicos, por lo general los criterios surgen en función de la naturaleza de cada proyecto pero existe cierto consenso en la necesidad de analizar la pertinencia, eficacia, eficiencia y sostenibilidad de los proyectos.[7] [4]
·  Pertinencia o relevancia: Observa la congruencia entre los objetivos del proyecto y las necesidades identificadas y los intereses de la población e instituciones (consenso social). Se observa especialmente en la evaluación ex-ante pero también en los demás tipos de evaluación.
·                Eficacia: Es el grado en que se han cumplido los objetivos. Se observa en las evaluciones de tipo contínua y ex-post.
  • Eficiencia: Indica el modo en que se han organizado y empleado los recursos disponibles en la implementación del proyecto. Este criterio es usual en el análisis costo-beneficio realizado en la evaluación ex-ante.
  • Sostenibilidad: Establece que es la medida en que la población y/o las instituciones mantienen vigentes los cambios logrados por el proyecto una vez que este ha finalizado. Suele considerarse en las evaluaciones de impacto.
Es fundamental considerar la evaluación desde las propias necesidades, y alcances de las acciones para con la población meta.

Requisitos que debe cumplir una buena evaluación de proyectos

Toda evaluación cumpla algunos requisitos metodológicos para garantizar que la información que genere puede ser usada en la toma de decisiones. Así, se espera que todo proceso de evaluación sea:
  • Objetivo: Debe medirse y analizarse los hechos definidos tal como se presentan.
  • Imparcial: La generación de conclusiones del proceso de evaluación debe ser neutral, transparente e imparcial. Quienes realizan la evaluación no deben tener intereses personales o conflictos con la unidad ejecutora del proyecto.
  • Valido: Debe medirse lo que se ha planificado medir, respetando las definiciones establecidas. En caso el objeto de análisis sea demasiado complejo para una medición objetiva, debe realizarse una aproximación cualitativa inicial.
  • Confiable: Las mediciones y observaciones deben ser registradas adecuadamente, preferentemente recurriendo a verificaciones in-situ.
  • Creíble: Todas las partes involucradas en el proyecto deben tener confianza en la idoneidad e imparcialidad de los responsables de la evaluación, quienes a su vez deben mantener una política de transparencia y rigor profesional.
  • Oportuno: Debe realizarse en el momento adecuado, evitando los efectos negativos que produce el paso del tiempo.
  • Útil: Debe ser útil y elaborarse en un lenguaje conciso y directo, entendible para todos los que accedan a la información elaborada, los resultados de una evaluación no deben dirigirse sólo a quienes tienen tienen altos conocimientos técnicos sino que debe servir para que cualquier involucrado pueda tomar conocimiento de la situación del proyecto.
  • Participativo: Debe incluirse a todos los involucrados en el proyecto, buscando de reflejar sus experiencias, necesidades, intereses y percepciones.
  • Retroalimentador: Un proceso de evaluación debe garantizar la diseminación de los hallazgos y su asimilación por parte de los involucrados en el proyecto (desde las altas esferas hasta los beneficiarios), para así fomentar el aprendizaje organizacional.
  • Costo/eficaz: La evaluación debe establecer una relación positiva entre su costo (económico, de tiempo y recursos) y su contribución en valor agregado para la experiencia de los involucrados en el proyecto.”[2]













[1] La educación temprana de 0 a 3 años.  SÁNCHEZ,  Ana.

[2]Cuadernos de educación” MAURI, Teresa. Ed. Horsori.

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